diciembre 29, 2009

¡Hay, las ferias!


Bueno, este tema es por demás conocido. Sin embargo este año (2009) las contradicciones entre los intereses de unos y otros han sido demasiado notorias. Comencemos por la lucha que sostuvo el municipio de la ciudad de La Paz frente a los comerciantes de la feria de navidad (que también son los de alasitas, carnavales, día del padre, día del niño, día de la madre, San Juan, fiestas julianas, día de la amistad, día de la patria, día del amor, Halowen, Todo santos y nuevamente navidad...).


La manzana de la discordia fue la reubicación de los comerciantes. La Alcaldía paceña acondicionó el parque Roosvel (ex- parque de los monos) para que allí se realizará la feria. Los reclamos no se dejaron esperar. Altos dirigentes de los comerciantes juraron no dejar sus puestos de venta de la calle Potosí, Figueroa y Plaza Juariste Eguino y defenderlos hasta las últimas consecuencias.

Más temprano que tarde la pelea se trasladó al espacio preparado por el municipio. Allí los comerciantes peleaban por obtener los "mejores" lugares para realizar sus ventas.


¿Quién los entiende?, primero no defendieron sus puestos hasta las últimas consecuencias y segundo con la navidad encima pelean entre ellos...

marzo 09, 2009

Sube el precio del transporte


Esto es el colmo. Primero te tratan mal y ahora suben el precio de los pasajes, pero ¿qué les pasa? Realmente estos caballeros del volante (con algunas excepciones) no tienen un poco de consideración con el pueblo.


La solución pasa por desarrollar un sistema de transporte público asalariado, es decir, que los municipios sean los propietarios de los vehículos de transporte masivo y contraten a quienes los manejen. De esta manera se resolverían muchos problemas entre ellos el famoso caos vehicular que vivios todos los días. Además se regularían los precios, los choferes tendrían mayores derechos y seríamos una ciudad más ordenada.


enero 08, 2009

El atropello de los Minibuseros I



Este es uno de tantos casos en los que nos sentimos realmente maltratados por choferes y boceadores de los minibuses.

Resulta que estos "señores" del volante deciden cambiar de ruta cuando les da su regalada gana, además de propinar tremenda gritoneada a aquellos pasajeros que tenemos el valor de reclamar ante estos reyes chiquitos, quienes con un simple "si no le gusta bájese" quieren resolver el problema.

Estos caballeros deben recordar que no hacen un favor a la ciudadanía, tan solo desarrollan su trabajo. Ellos deben saber que no son un pequeño Estado dentro de Bolivia y por ello están obligados a respetar las leyes y las normas y cumplir con la ruta que tienen.